MALESTAR EMOCIONAL: En ocasiones vivimos problemas de ansiedad, depresión, obsesiones o adicciones sin que sepamos de qué forma nos afecta realmente o lo que engloba sobre nuestra persona, y como podemos darle un espacio seguro y sano.
CAMBIOS VITALES: No siempre se puede predecir un cambio en nuestras vidas y menos cómo nos impacta. Puede ser al cambiar de hogar, trabajo, país, pareja o tener hijos que nos pueda despertar emociones desconocidas.
COMUNIDAD: En nuestra sociedad existen barreras que cuestan gestionar cuando surgen problemas de timidez, baja autoestima, fobia social, bullying, inequidad de género u otros obstáculos que aparecen cuando nos relacionamos. Los valores culturales actuales pueden ser una fuente de malestar.
TRABAJO: El ritmo de vida actual es artificial para nuestro organismo por eso requerimos canalizar de forma natural el estrés, el burnout, el acoso laboral o la mejora en la gestión de relaciones laborales y el liderazgo.
PÉRDIDA: Acostumbrarse a vivir sin aquello que tenía tanto sentido en tu vida puede resultar complicado ya sea por la pérdida de un ser querido, una parte de tí o una situación. En ocasiones necesitamos un acompañamiento para sanar la cicatriz
TRAUMA: Es una palabra que significa herida, en este caso emocional. Se manifiesta en estrés-post traumático, depresión o trastornos de ansiedad (fobias, pánico u obsesiones). Puede originarse en la infancia debido a abusos o negligencias.
