No somos los mismos que éramos antes de afrontar una gran dificultad en nuestras vidas. Al atravesarlas aprendemos y nos convertimos en una mejor versión de nosotros mismos, más madura y más consciente. Sin embargo con el tiempo olvidamos y volvemos a nuestro molde anterior. Quizá los objetivos actuales no suponen un reto, la forma en que percibimos nuestro entorno nos bloquea y no confiamos en todo nuestro potencial.
En el crecimiento personal, este proceso de descubrir y entrenar nuestras capacidades se entrelaza con el proceso de autoconocimiento sobre lo que realmente valoramos y el motivo por el que hacemos las cosas, es decir, la verdadera dirección que queremos tomar. ¿Has pensado en cómo distribuyes y priorizas tu tiempo, a qué le prestas más atención, si necesitas hacer tantas listas, tener un cuaderno de ideas, crear conscientemente una rutina, dejar las cosas para después o resolverlas en el momento o cuando decir que “no”? Busquemos juntos cómo optimizar tus recursos cognitivos, afectivos y materiales para crear soluciones sin dejar de tener una vida plena.
A continuación se muestra un ejemplo clásico que nos ayuda a entender que tenemos más recursos de los que nuestras creencias nos permiten ver:
Une todos los puntos del siguiente dibujo, con cuatro líneas rectas y sin levantar el lápiz de la hoja:
* Pincha para ver la solución
¿CUALES SON LOS ELEMENTOS DEL PROCESO?
Motivos para buscar un nuevo crecimiento
Encuentro límites y obstáculos en mi carrera profesional que no soy capaz de salvar.
Trabajo en un puesto de liderazgo y me cuesta equilibrar el trato cercano con la búsqueda de la eficiencia en los trabajadores.
Creo que se me escucha menos por la forma en que me expreso aunque mi propuesta sea idónea.
Tengo la sensación de tener grandes ideas pero no sé cómo llevarlas a cabo.
Noto que tengo problemas de autoestima que afectan en mi vida personal y profesional.
Siento que puedo encontrar una forma más eficiente de gestionar mis emociones y sentimientos.
Me siento completamente estancado en mi trayectoria profesional.
Tengo una gran dificultad para hacer valer mis ideas y expresarme en público.
Quiero gestionar más saludablemente mis relaciones laborales y personales.
No puedo gestionar esta cantidad de estrés durante más tiempo.
Principios para cultivar el crecimiento personal
Mantener el sentido de realidad.
Estar abierto al cambio.
Desafiar nuestras creencias y limitaciones.
Abandonar el victimismo y responsabilizarse.
Comprometerse con las rutinas y hábitos.
Método de trabajo en el desarrollo del crecimiento personal
Establecer el compromiso para el cambio y para la inversión de tiempo y energía.
Definir el lugar en el que estamos y en el que queremos estar.
Analizar nuestras debilidades y fortalezas.
Diseñar en común una estrategia hacia la meta deseada.
Trabajar diariamente sobre los hábitos eficientes y rutinas saludables pactadas.
Valorar el éxito y el sentido del logro o plantear una nueva estrategia.
Beneficios de ejercitar el desarrollo personal
Ejercitar tus competencias y habilidades.
Aprender a relajarte y tomar conciencia
Impulsar la salud del cuerpo y la mente.
Descubrir tu talento y tu vocación innata.
Reforzar la autoestima y la confianza en ti mismo.
Descubrir qué es realmente lo más importante para tí
Conocer y comprender el funcionamiento del cuerpo y la mente.
Mejorar el control y la gestión sobre tus pensamientos y emociones
Aprender a relajarte y cultivar el equilibrio y la serenidad.
Aprender a responsabilizarte de tus actos y vivir en coherencia con tus valores.
Estimular tu inteligencia emocional.
Hacerte consciente de tus puntos débiles y fuertes.
Encontrar la forma en la que quieres orientar tu vida.
Confrontar qué necesitas cambiar o potenciar y las estrategias para lograrlo.
Aprender a vivir en base a lo que de verdad te importa.
Potenciar tus fortalezas y reforzar tus debilidades.
Transformar las crisis y conflictos en oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
Mejorar la relación y la comunicación contigo mismo y con los demás.
EL CUENTO QUE NOS ATRAPA EN NUESTRAS CREENCIAS
Desde que somos niños nuestro entorno nos empuja a un crecimiento y un cambio constante de nuestra persona, observarlo nos parece natural y saludable. Sin embargo, cuando nos convertimos en adultos no lo vemos igual. Con frecuencia sucede que las proyecciones de los demás nos infunden unas creencias sobre los límites de nuestra persona. De esta forma encajamos las raíces de nuestro crecimiento en una maceta imaginaria que condiciona nuestra evolución. Al mismo tiempo, podemos reaccionar acomodándonos en nuestra zona de confort, donde la queja nos da menos miedo que la oportunidad. Con los años nos enraizamos en esta forma de ser y funcionar diariamente, hábitos y rutinas con inercia propia. Lo novedoso nos suscita rechazo en lugar de interés.
En nuestra mente seguimos viviendo bajo los límites de esa maceta que condiciona nuestro crecimiento cuando en realidad lo que encontramos bajo nosotros es una vasta y fructífera tierra dispuesta a acoger una forma de ser más plena y consciente si creemos y luchamos por ella. El cambio forma parte de nuestra naturaleza y del paso inevitable por la vida. Cuando nos resistimos al cambio comenzamos a sentir la opresión de esa maceta imaginaria sobre nuestras raíces. Ese malestar que se genera puede desembocar en tres vertientes: manifestarse en forma de una aguda crisis psicológica, quedarse enquistada de forma crónica sobre nuestra personalidad o transformarse en la energía creadora que necesitamos para el desarrollo personal. Durante nuestra vida hemos demostrado saber hacer esto último en numerosas ocasiones que nos han llevado a ser quienes somos y vivir como vivimos. Pero existen situaciones en las que se confabulan los agentes ambientales y las resistencias de nuestra persona para dejarnos atrapados en una dinámica vital hermética que nos estanca en nuestros miedos y comodidades.
Conseguir desencadenar un cambio significativo puede requerir una tercera persona, un profesional que nos permita un enfoque global y nos provea de las herramientas más eficaces diseñadas por el conocimiento más novedoso.
El punto de inicio del cambio real es nuestra voluntad de actuar. Marca tus aspiraciones y responsabilízate, contacta conmigo y creemos el cambio.
El punto de inicio del cambio real es nuestra voluntad de actuar. Marca tus aspiraciones y responsabilízate, contacta conmigo y creemos el cambio.