VALORACIÓN NEUROPSICOLÓGICA DE TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO
Durante toda nuestra vida nuestro cerebro está en constante desarrollo y cambio, especialmente desde la infancia hasta los 25 años. Después, hacia los 60 años, entra en un lento declive de nuestras funciones cognitivas. En esas fases se pueden producir alteraciones que cambien el curso del desarrollo del cerebro y generar alguna alteración.
Por ello, ante una sospecha de dificultades en la memoria, en la atención, en el control de impulsos, en el nivel de aprendizaje u otras funciones, se recomienda realizar una evaluación neuropsicológica.
La Neuropsicología es la ciencia que estudia cómo se relaciona nuestro comportamiento y nuestro cerebro. Valora cómo funcionan nuestras capacidades cognitivas y cómo afectan sobre nuestra funcionalidad cerebral, además de sobre nuestro estado de ánimo y nuestras emociones. También se ocupa del estudio de técnicas y tratamientos eficaces para la compensación o rehabilitación de déficits en el desarrollo del cerebro.
En AGA Psicología se realizan valoraciones con objeto de explorar las siguientes alteraciones:
Al final de la evaluación, conocerás tu perfil cognitivo, si existe alguna alteración en el neurodesarrollo, obtendrás recomendaciones para la mejora y el crecimiento continuo y podrás resolver todas tus dudas.
ESPECIALIZADO EN VALORACIÓN NEUROPSICOLÓGICA DE TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO Y EN INTERVENCIÓN CLÍNICA EN NEUROPSICOLOGÍA DEL ENVEJECIMIENTO
Una de cada 10 personas mayores de 65 años en Cataluña padece deterioro cognitivo, cada una tiene una serie de funciones afectadas y en un grado determinado. En la mayoría de los casos termina por desarrollarse una demencia, como puede ser la de tipo Alzheimer. Con el tiempo va aumentando el deterioro y, cuanto más joven, con mayor rapidez.
Sin embargo, existen dos principios en los que podemos basarnos para frenar su avance y rehabilitar funciones cognitivas que dábamos por perdidas: la neuroplasticidad (reorganización del sistema nervioso central) y la neurogénesis (regeneración de neuronas). Y es que esto último ya nos lo descubrió Joseph Altman en los años sesenta, pero la forma óptima de poner en práctica estos conocimientos se ha desarrollado en los últimos años.
Resulta que no solo basta con aplicar una batería de ejercicios neuropsicológicos, lo que hoy día llamamos estimulación cognitiva, además es crucial crear un vínculo positivo y afectivo con la persona y generar un ligero nivel de estrés que califique la experiencia de emocionante, tal y como revelan recientes estudios.
Mediante variadas herramientas digitales, materiales y lingüísticas se genera una estimulación sobre diferentes áreas cognitivas: percepción, atención, memoria, funciones ejecutivas, lenguaje, orientación espacial y temporal y praxias.
Cada persona se ha acostumbrado a guiarse por el mundo con sus particulares capacidades cognitivas y priorizando unos sentidos u otros. Es decir, hay gente que le hace más caso al olfato que al oído y otros que recuerdan mejor imágenes que palabras. Es por ello que, en función del perfil cognitivo y sensitivo, deben ajustarse las herramientas neuropsicológicas.
En este servicio se cuenta con láminas en físico de estimulación cognitiva, utensilios de estimulación multisensorial (olfativa, táctil, sonora,…) y diversas plataformas digitales de estimulación cognitiva como puedan ser la Guttman, Smart Brain o Brain HQ para adaptar la experiencia a las capacidades cognitivas del paciente y a las peculiaridades de sus sentidos.
Para que haya un cambio significativo hay que comunicarse con la emoción
El mejor gimnasio para la mente es elegir un cambio.
Aquello que más nos motiva y emociona son las personas, por tanto se desarrolla aquí un enfoque exclusivo, social y científico. La principal herramienta, la estimulación cognitiva, se nutre de un contenido que acerca al paciente a las personas que le rodean. Así, pueden conocer y compartir momentos vitales y personales de toda la familia.
Más allá de memorizar palabras arbitrarias o resolver acertijos ajenos al paciente, también es crucial que puedan conectarse en mayor medida con las personas de su alrededor. Para ello se solicita que familia y amigos participen puntualmente compartiendo su actualidad y su historia. De esta forma podemos trabajar con ese contenido organizadamente en las sesiones. Paralelamente, se trabaja sobre la promoción de hábitos saludables para la mente, la psicoeducación a familiares y cuidadores y sobre la adaptación de las rutinas y del lugar de residencia al perfil cognitivo del usuario. Así conseguiremos que su día a día sea más estimulante y más adaptativo.
La atención neuropsicológica integralque aquí se proporciona no es meramente al paciente, sino también a su entorno. Para ello es vital coordinarse con profesionales sanitarios y sociales, proporcionar asistencia a familiares y cuidadores, facilitar material terapéutico diario o derivar a los recursos pertinentes. El objetivo es proporcionar una atención completa y de calidad que implique un cambio positivo y real tanto en el propio paciente como en su entorno.
La atención neuropsicológica integral que aquí se proporciona no es meramente al paciente, sino también a su entorno. Para ello es vital coordinarse con profesionales sanitarios y sociales, proporcionar asistencia a familiares y cuidadores, facilitar material terapéutico diario o derivar a los recursos pertinentes. El objetivo es proporcionar una atención completa y de calidad que implique un cambio positivo y real tanto en el propio paciente como en su entorno.
PREVENCIÓN: con el paso de los años vamos eligiendo una vida más reposada y acomodada para la mente. Una forma eficaz de prevenir el deterioro cognitivo, especialmente cuando existen antecedentes familiares o médicos de riesgo, es la estimulación cognitiva. Lo cual pasa por realizar entretenidos ejercicios que saquen a la mente de la zona de confort, aprender nuevos conocimientos o ponernos en situaciones nunca vividas entre otros muchos tipos de actividades.
MANTENIMIENTO: especialmente en casos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer u otras demencias, es fundamental ralentizar el proceso de deterioro cognitivo e incluso fortalecer otras áreas que puedan complementar un correcto funcionamiento en el día a día de la persona afectada. En este caso es positivo contar con una valoración neurocognitiva que permita elaborar un programa de estimulación que se adapte eficazmente al perfil del paciente.
REHABILITACIÓN: en casos de afectación cerebral aguda, como puede ser un ictus o un traumatismo craneoencefálico, es crítico realizar una precisa y completa valoración neurocognitiva. Cuanto antes se intervenga con las adecuadas herramientas de estimulación cognitiva más funciones se podrán recuperar, por eso en estos casos la premura es la clave. Crear un vínculo positivo entre profesional y paciente siempre favorecerá el proceso de recuperación.
VALORACIÓN: la realización de una valoración neurocognitiva completa va a permitir conocer, en primer lugar, si existe un riesgo de algún tipo de enfermedad neurodegenerativa o deterioro cognitivo y, en segundo lugar, el perfil de funcionamiento de las capacidades cognitivas de cada uno. Con ello aumentamos la eficacia en la intervención neuropsicológica para compensar nuestras carencias y potenciar nuestras habilidades
**Servicio destinado a todas aquellas personas que tengan dificultades para desplazarse hasta el centro o prefieran realizar la actividad en su hogar, en residencias u hospitales.
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